EL MUSEO DEL TIEMPO                      VIVER - La Floresta

Nombre: Paco, Pepe y Manuel

Objeto: Mapa cartográfico

Vamos a enterrar este mapa cartográfico. Fue el primer plano que montamos, en 2015. Abarca unos 50 km y es el alma máter de nuestro trabajo. Fuimos descargando partes de un mapa digital del Instituto Cartográfico Valenciano, imprimiéndolas en folios A4 y uniéndolas después, para que estuviera a una escala muy amplia y nos diera una visión de conjunto de las partidas del municipio.

Las partidas son el callejero de la montaña. Al principio pensamos que era una tarea sencilla. El resultado fue dos tomos de 150 páginas cada uno, describiendo y referenciando los topónimos que hay en cada partida, tipo de suelo, caminos, vegetación, etc. Barríamos el término palmo a palmo y aún hoy seguimos descubriendo cosas nuevas o detectamos errores y hemos de añadir anexos. Los incendios también sacan muchas cosas a la vista. Lamentablemente, claro. Por ejemplo en Monleón han aparecido alcornoques en un terreno que estaba totalmente cubierto de encinas. Las encinas se quemaron, pero los alcornoques resistieron, su corteza les protegió del fuego.

Durante estos años y aunque no tenemos una formación al respecto, hemos ido documentando y catalogando detalladamente todo el regadío del término municipal, desde que hay constancia escrita hace 650 años. Es un sistema de distribución del riego por turnos muy bien estructurado, que se sigue utilizando hoy. El riego se desarrolló en época islámica y en los documentos de esa época se repite la frase “hágase según era en el tiempo de los moros”. Así que manantiales y acequias fueron el punto de partida; de ahí pasamos a documentar las fuentes, después las cavidades y luego lo vinculamos a los refugios de guerra y la arqueología. Cualquier agujero que veíamos en el suelo nos llamaba la atención. En este punto contactamos con el arqueólogo del grupo, que estudia el tema de los restos de la Guerra Civil. Por eso vamos a enterrar el mapa junto a las cuevas que fueron por aquel entonces refugio antiaéreo.

Nuestra labor derivó en un estudio geológico muy detallado y en un extenso trabajo sobre topónimos y territorio. Siempre hemos pensado “esto no lo leerá nadie, es un tostón”. Está colgado en la web y hemos repartido copias en el Ayuntamiento, la biblioteca, algún bar, puntos de lectura… alguna ha desaparecido, no sabemos si es que ha generado interés en alguien, nos extraña, la verdad. Deberíamos hacer un folleto asequible pero no tenemos el perfil. No podemos prescindir de datos, incluso ponemos la letra pequeña para que quepa más!.

Algún día nos hemos perdido por la vegetación, pensando que ya no íbamos a salir; otras veces hemos caído a alguna acequia medio cubierta de maleza. Una vez nos quedamos mirando una zanja, sin saber qué era, si una trinchera, un contador de ganado, un paso… hasta que un pastor nos dijo “pero bueno vosotros que lo sabéis todo no veis que es una zanja de desagüe del pozo éste?”.

Este trabajo no tiene fin, se acabará cuando nos sobrevenga una incapacidad física. Hay un componente de curiosidad y de amor a la tierra que no se tiene en otros trabajos. La gente viaja por todo el mundo pero no conoce el entorno en el que vive.